Se dice que...

Apreciaciones sinceras (o no) sobre La Meteorológicas de Circo Da Vinci (de 2 y 122 líneas)

Tomi DiTom
Malabarista, columnista de la revista "el Circense" y socio activo de "La Fabricicleta", incentivante a la producción de fanzines y actividades en la vereda de tu casa.
Hay ladrillos de silencio en la conversación. Miradas a la nada. Algún calendario de una maderera que venció hace un par de años, pero por su foto de un paisaje diferente persiste en la pared clavado. Un deseo de Alpes suizos, de canto tirolés y frío en la cara. En la vereda los 50 grados mediterráneos reclaman una salida al mar.

Dos personas mate mediante discuten al tope de su racionalidad sobre algo de suma importancia para su tiempo presente. La espuma del mate delata la precisión de un cebador a quien le han transmitido claramente las sabias costumbres montevideanas que facilitan que la magia amarga salga de la calabaza a la boca. Uno ceba y dos toman, en la típica postal de una cocina cordobesa a la cual llega a la distancia una bruma tunga-tunga de algún vecino y su parlante, y por el otro sonar vienen los martillazos de alguna obra que sigue haciendo brotar cemento hacia el cielo y caca desde las cloacas.

Se corta el silencio con una extraña certeza: las dos personas no se logran poner de acuerdo. Es que discuten esas cosas que son imposibles de acordar. ¿Es eso un verde azulado o un azul verdoso? ¿Es La Meteorológica de Circo Da Vinci una banda, una orquesta, un sector de la barra de Belgrano, una banda de delincuentes oriundos de diferentes puertos o son una compañía de circo delirante?

Preguntas sin respuesta en aquella tarde de sol.

¿Mi certeza personal?
Todas las respuestas son verdad.
Pero me quedo con la mía, con mi corazonada:
La Meteorológica de Circo Da Vinci es un club de ajedrecistas amateurs de Barrio San Martín.

David Avilés,
de Ecuador. Calificado, jugador de medio campo a lo tino colombati de cacho for ever del `87; actualmente devenido comentarista deportivo; de esos que bien pueden estar teloneando los relatos de victor hugo. Alto comedor de mote con picantes y especias rojas, astro tambien!
Queridos amigos de “LA METEOROLÓGICA DEL CIRCO DA VINCI”:

He tenido la oportunidad de conocerles en varias presentaciones. Visité algunas de las funciones del “Circo” en: 990, Bataclana, Tsunami Tango, varias plazas de Córdoba, entre otros lugares. Siendo así, me gustaría dejar mi corto comentario acerca de mi experiencia como parte del público del “Circo”.

La posibilidad de conjugar la música con otras artes (clown, malabares, teatro, mimo, poesía) no es algo nuevo, es posible y de hecho lo es, que haya existido hace mucho tiempo. No obstante, el desafío de poder conjugar −coherentemente− la música con otras artes populares contemporáneas, no es una tarea fácil y pronta. Se necesita trabajo y mucha dedicación. Es justamente ese trabajo y esa dedicación de los integrantes del “Circo” lo que permite construir lo sincero, lo bello, lo mágico, lo hermoso, la “Ermosura”.
La propuesta del “Circo” juega con la magia. Una magia que anticipa mediante su contenido y forma lo que finalmente en escena ella misma es. Una magia desde la creación que indica lo que no existe en la cotidianidad, pero que bien podría existir. Por ello, estar presente en una función del “Circo” no se limita a una experiencia estética o sensorial o un acto de conocimiento, sino que invita al juego, a la fantasía, a lo mágico. Estar presente en una función del “Circo” es hablar en favor de la posibilidad, de lo posible. Tal vez, a esto se refería Hegel cuando entendía al espíritu como lo que es en sí y para sí, conociéndolo a partir del arte, no como algo sutil y abstracto que flota sobre él, sino como un contenido que forma parte de la definición de lo bello como la aparición sensible de la idea. Así, la propuesta del “Circo” no trata de imitar una realidad, crea y recrea nuevas realidades. Al final, bien se podría invertir la premisa: “la realidad ha de imitar al Circo.”

En esta conjugación artística que propone “el Circo” existen también silencios. Silencios que no buscan el vacío, sino la respiración. Esos silencios como repliegues momentáneos que permiten el fluir de los significados conjugados, que permite el intercambio de miradas y emociones. Silencios que pincelan un balancín de movimientos corporales. Que suelen ir unidos a una búsqueda de expresiones escénicas. Silencios que ponen en marcha recuerdos de ensayos que subrayan la afectividad que aportan cada uno de los integrantes. En ocasiones silencios también provocados por el sonidista.

Si me preguntasen ¿cuál es mi tema favorito del “Circo”? La verdad, no sabría qué responder, porque cada tema va acompañado de alguna fantasía en escena. Por eso digo que: TENER EL CD DE “LA METEOROLÓGICA DEL CIRCO DA VINCI” ES SOLO TENER UNA PARTE. Tampoco quiero decir que no compren el disco.

Hay canciones que uno, no puede no moverse: La cumbia esa que habla de “My gomon” que de paso ya sé que va en re y fa. Cumbia cordobesa que incentiva a las más variadas expresiones corporales. Soripipa me recuerda a mi país el Ecuador. No sé si es por la quena de fondo o porque el Antuco me hace recordar algo de la comida quiteña cuando recita en mitad del tema:

“…grandecito soy hace años mama que te voy pidiendo, buscame una novia te voy repitiendo, una novia chula que sea del pago, que me quiera mucho, me llene de halagos, que me abrace fuerte, que me dé un beso, que de mañana temprano me dé mote con queso…”

Amigos del “Circo”, siempre se puede mejorar, siempre se puede llegar más alto, se puede llegar más alto en el sonido en vivo, en algunas notas pifiadas, en algunos tonos en las voces.

Por mi parte, les agradezco y les deseo mucho éxito en su recorrido meteorológico. Me voy cantando: “..alto bien alto, entre las nubes y el mar buscando un lugar para vivir mirando todo desde arriba borracho de amor…”. Aunque los fines de semana canto y a veces vivo en Córdoba el tema N.12 del CD “Ermosura”. Al final, bien se podría invertir la premisa: “la realidad ha de imitar al Circo.”

Felicidad.

PD. Sebas: Todavía te debo del disco. Ya te voy a pagar cuando te vea. :)

Javier Padula
Poeta.

vienen descendiendo las caravanas
en el cristalino mar de metal
con sus cabezas rojas
con brillantes en la mano
con risas mutantes en la cara
con culebras en las muñecas...
no chirriarán mensajes fétidos
no seminarán odio
aunque no negarán la supción
ni el dolor de panza
visitarán el pueblo
y divertirán la jornada
nos recordarán cómo estar de pie
aún con estos harapos...
los mamarrachos
los trazos improlijos de sus existencias
se vuelven gracia y celebración
la poblada festeja su paso
aplaude
les ofrenda sonrisas cómplices

desde la mueca
y las voces rotas de desparpajo
disparos de risa ácida
coronan la creación y el festejo...
rompiendo los guiones del mundo
vuelan mucho más lejos
con sus graciosos aleteos góticos y panc
llegan mucho más lejos
mucho más germinales e inquietantes
mientras casi todos los demás
duermen en los lugares fijos del mundo...
mucho más vivos y móviles
seminan mil poemas más
inoculan mil estrellas más
y nos hacen sentir
mucho más vivos
y móviles